En el estudio participaron múltiples especialistas de los campos de la genética, genómica, pesca, acuicultura y conservación, entre ellas y ellos la investigadora principal del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR), Dra. Doris Soto, cuya base se encuentra en Chile.
En las últimas décadas, los avances en las tecnologías genéticas han creado herramientas poderosas y eficientes para identificación de poblaciones pesqueras, mejora genética y domesticación de especies acuícolas y caracterización de cambios en la vida acuática debido a influencias ambientales o antropogénicas.
De esta forma, a través de las herramientas de genética emergente se está mejorando la comprensión de los organismos en los ecosistemas acuáticos, en términos de diversidad, distribución, abundancia, movimiento, función y adaptación, y se están aplicando en instalaciones acuícolas y en cadenas de valor de la pesca y la acuicultura.
En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, también conocida como FAO por su sigla en inglés, presentó recientemente el texto titulado «Tecnologías genéticas actuales y futuras para la pesca y la acuicultura: Implicancias para el trabajo de la FAO», liderado por el Dr. D.M. Bartley y Dr. J. Carolsfeld, y en el que participaron múltiples especialistas de los campos de genética, genómica, pesca, acuicultura y conservación, entre ellas y ellos la investigadora principal del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR, por su sigla en inglés), Dra. Doris Soto, cuyas bases de análisis están emplazadas en Chile.
«El estudio subraya la necesidad de adaptarse a los cambios que vienen y proporciona un marco conceptual que divide los impactos potenciales, y llama a la acción requerida en gobernanza, gestión y aplicación práctica de estas innovaciones a nivel nacional e internacional», destacaron desde el INCAR.
El documento de expertas y expertos sugiere una serie de cambios fundamentales en la acuicultura y la pesca como resultado del avance y aplicación de tecnologías genéticas rentables.
En esa línea, el consejo destacó los impactos tanto positivos como negativos, entre los que se encuentran los siguientes: una mayor comprensión de la genética y la biología básica, lo que proporcionará un mejor entendimiento de cómo los genes funcionan en el organismo, el sistema de producción y en el ecosistema; la caracterización de las poblaciones de peces. La información genética ayudará, pero probablemente también desafiará, la gestión pesquera tradicional; mayor comprensión sobre genes y secuencias de genes por parte de acuicultores y cultivadores. El acceso a biología sintética podría resultar en la creación de tipos cultivados mejorados, y probablemente su privatización; capacidad de las y los acuicultores para producir especies acuáticas en más ambientes, de manera más eficiente y de acuerdo con la demanda del mercado; mayor capacidad de cumplimiento en la pesca y la acuicultura a lo largo de toda la cadena de valor de la producción, con la capacidad de identificar los productos de la acuicultura y la pesca y su origen, a través de análisis informativos de trazabilidad genética; y también los avances de los estudios de ecosistemas, utilizando una gama de tecnologías que incluyen ADN ambiental (eDNA), para mejorar la gestión de ecosistemas, acciones de rehabilitación, y presentar desafíos potenciales sobre cómo caracterizar y gestionar la biología sintética.
Dentro de su mandato para la acuicultura y la pesca, el papel que debe desempeñar la FAO para brindar apoyo a sus miembros a la hora de hacer frente al cambio climático -entre otras cosas- se consideran los problemas actuales y futuros, aunque se reconoció que ninguna organización podría abordarlos todos.
«Es así como este informe describe los pasos y los requisitos para el desarrollo internacional, la conservación, comunidades, gobiernos nacionales, la industria y la sociedad civil, con la necesidad de seguir apoyando la pesca y el sector de la acuicultura a través de las transformaciones provocadas por el rápido desarrollo de las tecnologías genéticas», puntualizó el organismo dependiente de Naciones Unidas (ONU).
Descargue a continuación el documento completo (en inglés):
*La foto destacada es de contexto y corresponde a archivo de la empresa Walbusch S.A. en conjunto con el Programa Tecnológico Estratégico para el Desarrollo de la Acuicultura Oceánica (17PTECAO-84017) impulsado por la Corporación de Fomento de la Producción de Chile (Corfo).